domingo, 29 de julio de 2012
La leyenda del Ave Fenix relata
la historia de un ave capaz de renacer de sus propias cenizas. Es un símbolo
universal de la muerte generada por el fuego, la resurrección, la inmortalidad
y el sol. También representa la de delicadeza ya que vive solo del rocío sin
lastimar a ninguna criatura viviente.
El
mito del Ave Fenix es retomado por literatos de todos los tiempos, entre ellos
Dante y Quevedo.
Como
se trata de una historia ampliamente difundida, aparece con diferentes
versiones en tradiciones distantes en el espacio geográfico. En China, que toma
el nombre de Feng representa a la emperatriz y junto al dragón,
simboliza la confraternidad inseparable. Y el Simurg
representa una idea equivalente.
También
en la India, aparece una versión local de mito del Fenix: se trata de una ave
que al alcanzar 500 años de vida se inmola en vísperas de la primavera en un
altar que ha sido especialmente preparado para tal fin por un sacerdote. Pero
es la misma ave la que enciende el fuego. Al día siguiente, entre las cenizas,
una larva aparece que luego se transforma en un pequeño pájaro. En la tercera
jornada, otra vez puede reconocerse al Fenix que regresa a su lugar de origen.
En la mitologia
egipcia tomaba el nombre de Benú.
Forma
parte del simbolismo de la alquimia, por
el renacimiento a través del fuego. En efecto, ésta ave mitológica, en la
leyenda medieval del fenix, vive en Arabia, pero vuela a Egipto el hogar de la
alquimia, para sufrir su muerte ritual y regeneración. En esta versión, se
trata de un ave púrpura o roja que al envejecer construye una pira de madera y
especias para arrojarse en su interior. Los rayos del sol encienden el fuego y
el pájaro aviva la llama utilizando sus alas hasta consumirse en su totalidad.
Luego, un nuevo Fenix nace de las cenizas dejadas por el fuego.
En
la mitologia
grecorromana, Hesíodo afirmará que el Fenix vivía nueve veces más
que un cuervo. Ovidio la rescatará en su Metamorfosis.
En
México, el Fenix aparece siempre en compañía del gran dios Quetzalcoatl
y para los primeros cristianos, simbolizaba a Cristo, siendo alegoría de su
muerte y resurrección.
Y
hasta Plinio
la incluirá en su Historia Natural, describiéndola como una águila grande que
posee un collar dorado al rededor de su cuello, cuerpo color púrpura y cola
azul con algunas plumas rosadas a la cual nadie jamás vio alimentarse. Estimó
su longevidad en unos quinientos cuarenta años y explicó su regeneración se
debía a que de los huesos y la médula del Fenix muerto nacen una suerte de
gusanos. Por su parte, Isidoro de Sevilla
la describirá como un ave muy longeva (quinientos años) que cuando advierte su
envejecimiento construye una pira para inmolarse y luego renacer de sus propias
cenizas.
1 comentarios:
Hola Héctor, por fin he encontrado tu blog, con el acceso directo desde el blog de tu padre, me ha gustado tu comentario de Medusa y del Ave Fenix, está muy interesante.
El blog está muy bien y que compartas tus aficiones favoritas con los demás, me parece una cosa muy interesante, ya te he añadido como favorito, estaré pendiente de tus publicaciones.
Nos vemos en el patio, un saludo Héctor. J.A.Checa.
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